FILOSOFÍA
La filosofía (del latín
philosophĭa, y este del griego antiguo φιλοσοφία, «amor por la sabiduría»)1 es
el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como
la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el
lenguaje.2 3 4 Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del
misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los
argumentos racionales por sobre los argumentos de autoridad,5 y de la ciencia
porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera no
empírica,6 sea mediante el análisis conceptual,7 los experimentos mentales,8 la
especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de
los datos empíricos.
La filosofía occidental ha
tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente influida por la
ciencia, la religión y la política occidentales.9 10 Muchos filósofos
importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o políticos, y
algunas nociones fundamentales de estas disciplinas todavía son objeto de estudio
filosófico. Esta superposición entre disciplinas se debe a que la filosofía es
una disciplina muy amplia. En la actualidad sin embargo y desde el siglo XIX,
la mayoría de filósofos han restringido su área de investigación, y se
caracterizan por estudiar las cuestiones más fundamentales y generales.
Etimología
Busto de Pitágoras, a quien
se atribuye la invención de la palabra «filosofía».
La invención del término
«filosofía» suele atribuirse al pensador y matemático griego Pitágoras de
Samos,11 aunque no se conserva ningún escrito suyo que lo confirme.12 Según la
tradición, hacia el año 530 a. C., el tirano León trató de sabio (σοφóς) a Pitágoras,
el cual respondió que él no era un sabio, sino alguien que aspiraba a ser
sabio, que amaba la sabiduría, un φιλο-σοφóς:
Admirado León de la novedad
del hombre, le preguntó a Pitágoras quiénes eran, pues, los filósofos y qué
diferencia había entre ellos y los demás; y Pitágoras respondió que le parecían
cosas semejantes la vida del hombre y la feria de los juegos que se celebraba
con toda pompa ante el concurso de Grecia entera; pues, igual que allí, unos
aspiraban con la destreza de sus cuerpos a la gloria y nombre que da una
corona, otros eran atraídos por el lucro y el deseo de comprar y vender. Pero
había una clase, y precisamente la formada en mayor proporción de hombres
libres, que no buscaban el aplauso ni el lucro, sino que acudían para ver y
observaban con afán lo que se hacía y de qué modo se hacía; también nosotros,
como para concurrir a una feria desde una ciudad, así habríamos partido para
esta vida desde otra vida y naturaleza, los unos para servir a la gloria, los
otros al dinero, habiendo unos pocos que, despreciando todo lo demás,
consideraban con afán la naturaleza de las cosas, los cuales se llamaban
afanosos de sabiduría, esto es, filósofos.
Según Pitágoras, la vida
era comparable a los juegos olímpicos, porque en ellos encontramos tres clases
de personas: las que buscan honor y gloria, las que buscan riquezas, y las que
simplemente buscan contemplar el espectáculo, los filósofos.
Años más tarde, Platón
agregó más significado al término cuando contrapuso a los filósofos con los
sofistas. Los filósofos eran quienes buscaban la verdad, mientras que los
sofistas eran quienes arrogantemente afirmaban poseerla, ocultando su
ignorancia detrás de juegos retóricos o adulación, convenciendo a otros de
cosas infundadas o falsas, y cobrando además por enseñar a hacer lo mismo.
Aristóteles adoptó esta distinción de su maestro, extendiéndola junto con su
obra a toda la tradición posterior.
El texto más antiguo que se
conserva con la palabra «filosofía» se titula Tratado de medicina antigua, y
fue escrito hacia el año 440 a. C. Allí se dice que la medicina «moderna» debe
orientarse hacia la filosofía, porque sólo la filosofía puede responder a la pregunta
«¿qué es el hombre?»
Véase: Anexo:Ramas de la
filosofía
Las ramas y los problemas
que componen la filosofía han variado mucho a través de los siglos. Por
ejemplo, en sus orígenes, la filosofía abarcaba el estudio de los cielos que
hoy llamamos astronomía, así como los problemas que ahora pertenecen a la física. Teniendo esto en cuenta, a continuación se presentan algunas de las ramas
centrales de la filosofía en el presente.
Metafísica
Artículo principal:
Metafísica
La metafísica se ocupa de
investigar la naturaleza, estructura y principios fundamentales de la
realidad.16 17 Esto incluye la clarificación e investigación de algunas de las
nociones fundamentales con las que entendemos el mundo, incluyendo: ser,
entidad, existencia, objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.
Antes del advenimiento de
la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy pertenecen a las ciencias
naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de filosofía
natural.
La ontología es la parte de
la metafísica que se ocupa de investigar qué entidades existen y cuáles no, más
allá de las apariencias.
Aristóteles designó la
metafísica como «primera filosofía». En la física se asume la existencia de
la materia y en la biología la existencia de la materia orgánica pero ninguna
de las dos ciencias define la materia o la vida; sólo la metafísica suministra
estas definiciones básicas. En el libro quinto de la Metafísica, Aristóteles
presenta varias definiciones de términos filosóficos.
A lo largo de los siglos,
muchos filósofos han sostenido que de alguna manera u otra, la metafísica es
imposible. Esta tesis tiene una versión fuerte y una versión débil. La
versión fuerte es que todas las afirmaciones metafísicas carecen de sentido. Esto depende por supuesto de una teoría del significado. Ludwig Wittgenstein
y los positivistas lógicos fueron defensores explícitos de esta posición. Por
otra parte, la versión débil es que si bien las afirmaciones metafísicas poseen
significado, es imposible saber cuáles son verdaderas y cuáles falsas, pues
esto va más allá de las capacidades cognitivas del hombre. Esta posición es
la que sostuvieron, por ejemplo, David Hume e Immanuel Kant.
Gnoseología
Artículo principal:
Gnoseología
La gnoseología es el
estudio del origen, la naturaleza y los límites del conocimiento humano. En
inglés se utiliza la palabra epistemology[cita requerida], que no hay que
confundir con la palabra española epistemología que designa específicamente el
estudio del conocimiento científico, también denominado filosofía de la
ciencia. Muchas ciencias particulares tienen además su propia filosofía, como
por ejemplo, la filosofía de la historia, la filosofía de la matemática, la
filosofía de la física, etcétera.
El experimento mental del
cerebro en una cubeta puede poner a prueba distintas teorías acerca del
conocimiento.
Dentro de la gnoseología,
una parte importante, que algunos consideran incluso una rama independiente de
la filosofía, es la fenomenología. La fenomenología es el estudio de los
fenómenos, es decir de la experiencia de aquello que se nos aparece en la
conciencia. Más precisamente, la fenomenología estudia la estructura de los
distintos tipos de experiencia, tales como la percepción, el pensamiento, el
recuerdo, la imaginación, el deseo, etc. Algunos de los conceptos centrales
de esta disciplina son la intencionalidad, la conciencia y los qualia,
conceptos que también son estudiados por la filosofía de la mente.
En la gnoseología se suele
distinguir entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento proposicional, el
conocimiento práctico o performativo, y el conocimiento directo
(acquaintance). El primero se asocia a la expresión «saber que», el segundo a
la expresión «saber cómo», y el tercero, en el español, se asocia a la
expresión «conocer» (en vez de «saber»). Así se dice, por ejemplo, que en la
biología se sabe que los perros son mamíferos. Éste es un conocimiento
proposicional. Luego existe un saber cómo entrenar un perro, el cual es un
conocimiento práctico o performativo. Y por último, el conocimiento por
familiaridad es aquel que posee quien dice, por ejemplo, «yo conozco a mi
perro». La mayoría del trabajo en gnoseología se centra en el primer tipo de
conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por cambiar esta tendencia.
Un debate importante y
recurrente en la gnoseología es aquel entre el racionalismo y el empirismo. El racionalismo es la doctrina que sostiene que parte de nuestro conocimiento
proviene de una «intuición racional» de algún tipo, o de deducciones a partir
de estas intuiciones. El empirismo defiende, en cambio, que todo conocimiento
proviene de la experiencia sensorial.30 Este contraste está asociado a la
distinción entre conocimiento a priori y conocimiento a posteriori, cuya
exposición más famosa se encuentra en la introducción a la Crítica de la razón
pura, de Immanuel Kant.
Aún otra distinción
influyente fue la que promovió Bertrand Russell entre conocimiento por
familiaridad, y conocimiento por descripción. El primer tipo de conocimiento es
el conocimiento directo, como puede ser una percepción o un dolor. El segundo
es en cambio el conocimiento indirecto, al que llegamos sólo mediante una
descripción definida que refiere unívocamente al objeto siendo conocido.
Algunos de los problemas
centrales a la gnoseología son: el problema de Gettier, el trilema de
Münchhausen y el problema de la inducción.
Lógica
Artículo principal: Lógica
La lógica es el estudio de
los principios de la inferencia válida.33 Una inferencia es un proceso o acto
en el que a partir de la evidencia provista por un grupo de premisas, se afirma
una conclusión.34 Tradicionalmente se distinguen tres clases de inferencias:
las deducciones, las inducciones y las abducciones, aunque a veces se cuenta a
la abducción como un caso especial de inducción. La validez o no de las
inducciones es asunto de la lógica inductiva y del problema de la inducción.
Las deducciones, en cambio, son estudiadas por la mayor parte de la lógica contemporánea.
En un argumento deductivamente válido, la conclusión es una consecuencia lógica
de las premisas. El concepto de consecuencia lógica es, por lo tanto, un
concepto central a la lógica. Para estudiarlo, la lógica construye sistemas
formales que capturan los factores relevantes de las deducciones como aparecen
en el lenguaje natural. Para entender esto, considérese la siguiente
deducción:
Está lloviendo y es de día.
Por lo tanto, está
lloviendo.
La obvia validez de este
argumento no se debe al significado de las expresiones «está lloviendo» y «es
de día», porque éstas podrían cambiarse por otras y el argumento permanecer
válido. Por ejemplo:
Está nevando y hace frío.
Por lo tanto, está nevando.
En cambio, la clave de la
validez del argumento reside en la expresión «y». Si esta expresión se cambia
por otra, entonces el argumento puede dejar de ser válido:
Está nevando o hace frío.
Por lo tanto, está nevando.
Las expresiones de las que
depende la validez de los argumentos se llaman constantes lógicas, y la lógica
las estudia mediante sistemas formales. Dentro de cada sistema formal, la
relación de consecuencia lógica puede definirse de manera precisa, generalmente
por medio de teoría de modelos o por medio de teoría de la demostración.
Otros temas que caen bajo
el dominio de la lógica son las falacias, las paradojas y la noción de
verdad.
Ética
Artículo principal: Ética
La ética abarca el estudio
de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.40 Dentro de la
ética contemporánea se suelen distinguir tres áreas o niveles:
La metaética estudia el
origen y el significado de los conceptos éticos,41 así como las cuestiones
metafísicas acerca de la moralidad, en particular si los valores morales
existen independientemente de los humanos, y si son relativos, convencionales o
absolutos. Algunos problemas de la metaética son el problema del ser y el
deber ser, el problema de la suerte moral, y la cuestión acerca de la
existencia o no del libre albedrío.
La ética normativa estudia
los posibles criterios morales para determinar cuándo una acción es correcta y
cuándo no lo es. Un ejemplo clásico de un criterio semejante es la regla de
oro. Dentro de la ética normativa, existen tres posturas principales:
El dilema del tranvía es un
experimento mental que sirve para ilustrar y poner a prueba distintas teorías
éticas.
El consecuencialismo
sostiene que el valor moral de una acción debe juzgarse sólo basándose en si
sus consecuencias son favorables o desfavorables. Distintas versiones del
consecuencialismo difieren, sin embargo, acerca de cuáles consecuencias deben
considerarse relevantes para determinar la moralidad o no de una acción. Por
ejemplo, el egoísmo moral considera que una acción será moralmente correcta
sólo cuando las consecuencias de la misma sean favorables para el que la
realiza. En cambio, el utilitarismo sostiene que una acción será moralmente
correcta sólo cuando sus consecuencias sean favorables para una mayoría. También existe debate sobre qué debe contarse como una consecuencia favorable.
La deontología, en cambio,
sostiene que existen deberes que deben ser cumplidos, más allá de las
consecuencias favorables o desfavorables que puedan traer, y que cumplir con
esos deberes es actuar moralmente.41 Por ejemplo, cuidar a nuestros hijos es un
deber, y es moralmente incorrecto no hacerlo, aun cuando esto pueda resultar en
grandes beneficios económicos. Distintas teorías deontológicas difieren en el
método para determinar los deberes, y consecuentemente en la lista de deberes a
cumplir.
La ética de las virtudes,
por otra parte, se enfoca menos en el aprendizaje de reglas para guiar la
conducta, y más en la importancia de desarrollar buenos hábitos de conducta, o
virtudes, y de evitar los malos hábitos, es decir los vicios.
Finalmente, la ética
aplicada estudia la aplicación de las teorías éticas a asuntos morales
concretos y controversiales. Algunas de estas cuestiones son estudiadas por
subdisciplinas. Por ejemplo, la bioética se ocupa de las cuestiones
relacionadas con el avance de la biología y la medicina, como el aborto
inducido, la eutanasia y la donación de órganos. La ética ambiental, por otra
parte, estudia cuestiones como los derechos de los animales, la experimentación
con animales y el control de la contaminación. Otras cuestiones estudiadas
por la ética aplicada son la pena de muerte, la guerra nuclear, la
homosexualidad, el racismo y el uso recreativo de drogas.
Estética
El caminante sobre el mar
de nubes, de Caspar David Friedrich, es una representación prototípica de lo
sublime.
Artículo principal:
Estética
La única definición que
parece gozar de algún consenso entre los filósofos, es que la estética es el
estudio de la belleza.42 43 Sin embargo, algunos autores también generalizan
esta definición y afirman que la estética es el estudio de las experiencias
estéticas y de los juicios estéticos.44 Cuando juzgamos que algo es bello, feo,
sublime o elegante (por dar algunos ejemplos), estamos haciendo juicios
estéticos, que a su vez expresan experiencias estéticas.44 La estética es el
estudio de estas experiencias y de estos juicios, de su naturaleza y de los
principios que tienen en común.
La estética es una
disciplina más amplia que la filosofía del arte, en tanto que los juicios y las
experiencias estéticas pueden encontrarse fácilmente por fuera del arte. Por
ejemplo, cuando vemos pasar a un perro, podríamos juzgar que el perro es bello,
y realizar así un juicio estético sobre algo que nada tiene que ver con el
arte.
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