PSICOLOGÍA SOCIAL
La psicología social es el estudio científico
de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son
influidos por la presencia real, imaginada o implícita de otras personas.1
Junto con la psicología clínica, la educativa y la organizacional, la
psicología social es una de las cuatro grandes ramas de la psicología, así como
una de las ramas clásicas de la sociología. Sus orígenes se remontan a 1879 con
la aparición de la Völkerpsychologie o Psicología de los pueblos, desarrollada
por Wilhelm Wundt y que actualmente es una de las especialidades de estudio,
focalizando el individuo en la sociedad y la incidencia de esta en el individuo
ya que lo humano y lo social están estrechamente relacionados y se complementan
mutuamente.
Según la definición anterior, científico
refiere al método empírico de investigación. Los términos pensamientos,
sentimientos y comportamientos incluyen todas las variables psicológicas que se
pueden medir en un ser humano. La afirmación de que otras personas pueden ser
imaginadas o implícitas sugiere que, de manera indefectible, estamos
influenciados socialmente, incluso cuando:
a) no hay otros individuos presentes -como
cuando vemos la televisión
b) seguimos normas culturales internalizadas.
La Psicología Social es definida también como
la ciencia que estudia los fenómenos sociales e intenta descubrir las leyes por
las que se rige la convivencia. Investiga las organizaciones sociales y trata
de establecer los patrones de comportamientos de los individuos en los grupos,
los roles que desempeñan y todas las situaciones que influyen en su conducta.
Todo grupo social adopta una forma de organización dictaminada por la misma
sociedad con el fin de resolver más eficazmente los problemas de la
subsistencia.
Típicamente, los psicólogos sociales explican
el comportamiento humano como resultado de la interacción de estados mentales y
situaciones sociales inmediatas. En la heurística de Kurt Lewin, el
comportamiento puede ser visto como una función de la persona y el
medioambiente, C=f(P, M). En general, los psicólogos sociales tienen una
preferencia por los hallazgos empíricos basados en laboratorios. Sus teorías
tienen tendencia a ser específicas y enfocadas, en vez de globales y generales.
La psicología social es un dominio
interdisciplinario que salva el espacio entre la psicología y la sociología.
Durante los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, había
una colaboración frecuente entre psicólogos y sociólogos.2 Sin embargo, las dos
disciplinas han virado hacia una actitud cada vez más especializada, aislándose
la una de la otra. En años recientes, los sociólogos se han centrado en macro
variables (por ejemplo, la estructura social), yendo hacia una extensión mucho
más grande. No obstante, los enfoques sociológicos de la psicología social se
convierten en una contraparte importante a la investigación psicológica en el
área.
Además de la ruptura entre la psicología y la
sociología, ha habido una diferencia bastante menos pronunciada en el énfasis,
entre los psicólogos sociales estadounidenses y los psicólogos sociales
europeos. Haciendo una amplia generalización, se puede decir que,
tradicionalmente, los investigadores estadounidenses se han centrado más en el
individuo, mientras que los europeos han prestado más atención a los fenómenos
a nivel de grupo.3
Aunque el actual predominio anglosajón en esta
disciplina ha pretendido establecer el origen de la misma en los Estados
Unidos, la realidad es que serán los trabajos de Gustave Le Bon, especialmente
su Psicología de las Masas (1895), y muy especialmente los de Gabriel Tarde,
especialmente obras como Las Leyes de la imitación (1890) y La opinión y la
multitud (1901) quienes la inician. En los Estados Unidos, el primer estudio
publicado en esta área fue un experimento sobre el fenómeno de facilitación
social.4 Durante los años de 1930, muchos psicólogos de la Psicología de la
Gestalt, entre ellos Kurt Lewin, huyeron de la Alemania Nazi, hacia los Estados
Unidos. Fueron instrumentales en el desarrollo del campo como algo distinto a
las escuelas de psicología conductista, comportamental y psicoanalítica que
fueron dominantes en ese momento, y la psicología social ha seguido manteniendo
el legado de sus intereses en la percepción, la cognición y el acto de
consciencia individual y colectivo. Las actitudes y una variedad de fenómenos
de grupos pequeños fueron los temas más estudiados durante esta era.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los
psicólogos sociales estudiaron la persuasión y la propaganda para los militares
estadounidenses. Después de la Guerra, los investigadores se interesaron por
una variedad de problemas sociales, incluyendo los asuntos de género y
prejuicio racial. Durante los años sesenta, existió un interés creciente en una
variedad de nuevos temas como la disonancia cognitiva, el efecto espectador, y
la agresión. Sin embargo, por los años setenta, la psicología social en los
EEUU había llegado a una crisis. Había un debate acalorado sobre la ética y la
deontología en la experimentación en el laboratorio, si las actitudes predicen
el comportamiento de verdad o no, y cuánta ciencia podría ser hecha en un
contexto cultural.5 Paralelamente, un enfoque situacionalista radical desafió
la relevancia del yo y la personalidad en la psicología.
La psicología social alcanzó la madurez en
teoría y método durante los años 1980 y 1990. Cuidadosos estándares éticos
regulan ahora la investigación, y han emergido más perspectivas pluralistas y
multiculturalistas. Los investigadores modernos se interesan por una variedad
de fenómenos, pero la atribución, la cognición social y el concepto del yo son
quizás las áreas que más han aumentado durante los últimos años. Los psicólogos
sociales han mantenido sus intereses aplicados, con contribuciones a la
psicología de la salud y medioambiental, además de la psicología legal, y la
estrecha relación con la psicología clínica, especialmente desde el psicoanálisis
y sus posteriores corrientes y tendencias (ej. la Gestalt) que, finalmente,
fueron las que dieron origen a la psicología social.
Complejidad de la psicología social
La influencia de los estereotipos sobre las
conductas de exclusión, tal como se analiza en los trabajos de Mullen y
colaboradores, pone de manifiesto la actuación conjunta de varios procesos de
distinta naturaleza que se entrecruzan entre sí. Algunos de ellos son
individuales, tienen que ver con cogniciones (por ejemplo, la complejidad de
los etnofaulismos) y con emociones (por ejemplo, su valencia), pero otros son
estructurales; es decir, reflejan dimensiones permanentes y globales de la
sociedad. Es lo que ocurre con los antecedentes de la complejidad de los
estereotipos.
Valga como ejemplo de estos procesos
estructurales el grado en que la sociedad de acogida considera extranjeros a
los miembros de un grupo étnico de inmigrantes. Al ser los Estados Unidos de
Norteamérica un país con predominancia de lo anglosajón, a un inmigrante
inglés, por ser también anglosajón, se le aplicarán etnofaulismos muy distintos
a los que se aplican, pongamos por caso, a un inmigrante griego. Es decir, un
inmigrante inglés es considerado, por así decir, menos “extranjero” que un
griego y, por lo tanto, en comparación con un inmigrante griego, al inglés se
le aplican etnofaulismos más complejos y más positivos. La clave está en el
carácter compartido entre estadounidenses e ingleses de un aspecto estructural:
su pertenencia al mundo anglosajón.
Si se consideran ahora las conductas de
exclusión (las consecuencias de los etnofaulismos), se apreciará que también
ellas ponen en marcha procesos de carácter estructural. En efecto, ser acogido
como inmigrante en un país trae consigo una serie de implicaciones que no
afectan sólo a cogniciones, emociones y conductas individuales, sino a
regulaciones institucionales, como nuevas leyes que cumplir y nuevas normas en
el trato con los demás en diversos ámbitos, desde el laboral al familiar, sin
olvidar el religioso, el tiempo de ocio y el lugar donde vivir, entre otros.
Todo ello se intensifica con el proceso de “naturalización”, que hace que la
persona pase a ser ciudadano del país de acogida con un conjunto explícito de
derechos y obligaciones diferentes a las de su país de origen.
En resumen, la investigación de Mullen y
colaboradores es una prueba de que los procesos implicados en la influencia de
los estereotipos sobre las conductas de exclusión son muy variados y de
distinta naturaleza. Esto es también característico de los procesos que estudia
la Psicología social y se aprecia en un análisis detenido del contenido del
Cuadro 1.1. El resto del presente apartado examina este asunto con mayor
detalle, a través de un análisis de dos de las teorías de mayor influencia en
la Psicología social: la Teoría de la identidad social y la Teoría de la
justificación del sistema.
Objeto de la disciplina
Psicología social (psique, es: mente logus, ou:
tratado, razón) El objeto de estudio de la psicología social son las relaciones
sociales. El interaccionismo simbólico es una de las teorías más influyentes y
características de esta disciplina. Su antecesor, George Herbert Mead, estudió
los gestos, el lenguaje y la conducta, como productos de las relaciones que
sostienen las personas, en primera instancia, cuando están cara a cara.6
Evidentemente existen en la sociedad
organizaciones configuradas en torno a los aspectos socioculturales, derivados
de la interacción de individuos; luego no es difícil asimilar la existencia de
una conciencia colectiva que nos permita comprender dichas configuraciones.
La Psicología social asume como supuesto la
existencia independiente y observable de procesos psicológicos sociales de
diferente orden al de los procesos psicológicos del individuo pero de la misma
naturaleza, lo cual nos ayuda a comprender cómo nos comportamos en grupos,
también abarca lo que son las actitudes de cada persona ante su forma de reaccionar
o pensar en el medio social.
Fenómenos intrapersonales
Actitudes
El estudio de actitudes es un tema central de
la psicología social. Las actitudes están implicadas en casi todas las áreas de
la disciplina, incluyendo la conformidad, la atracción interpersonal, la
percepción social y el prejuicio. En la psicología social, las actitudes se
definen como evaluaciones globales doctas de una persona, un objeto, un lugar o
un asunto que influencian el pensamiento y la acción.7 Es decir, las actitudes
son expresiones básicas de aprobación o desaprobación, favorabilidad o desfavorabilidad,
o gustar y disgustar.8 Ejemplos incluirían que nos guste el helado de
chocolate, ser anti-aborto, o endosar los valores de un partido político
particular.
Los psicólogos sociales han estudiado la
formación, la estructura, el cambio y la función de las actitudes y la relación
entre éstas y el comportamiento. Debido a que la gente está influenciada por la
situación, las actitudes generales no suelen ser buenos predictores de
comportamientos específicos. Para una variedad de razones, una persona quizás
valora el medio ambiente, pero no recicla una lata un día particular. Actitudes
que son bien recordadas y centrales a nuestro autoconcepto, sin embargo, son
más probables a llevar a un comportamiento, y medidas de actitudes generales
previenen pautas de comportamiento a largo plazo.
Mucha de la investigación reciente sobre las
actitudes trata de la distinción entre medidas de actitudes tradicionales de
"autoreporte" y actitudes inconscientes o "implícitas". Por
ejemplo, los experimentos usando el Test de Asociación Implícita han encontrado
que la gente a menudo demuestra parcialidad contra otras razas, incluso cuando
sus respuestas en encuestas revelan igualdad de la mente. Un estudio encontró
que las actitudes explícitas correlacionan con comportamiento verbal en
interacciones inter-raciales, aunque actitudes implícitas correlacionan con
comportamiento no verbal.9
Persuasión
El tema de la persuasión ha recibido mucha
atención durante los últimos años. La persuasión es un método activo de influencia
que intenta guiar la gente hacia la adopción de una actitud, una idea o un
comportamiento por medidas racionales o emotivas. La persuasión depende de
"apelaciones" en vez de presión fuerte o coerción. Se han encontrado
numerosas variables que influencian el proceso de persuasión y estas
normalmente se presentan en cuatro categorías importantes: quien dice qué a quién
y cómo.
1.
El Comunicador, incluyendo la
credibilidad, la pericia, la honradez y el grado de atractivo.
2.
El Mensaje, incluyendo varios grados
de razón, emoción (como miedo), argumentos de uno o dos lados, y otros tipos de
contenido informacional.
3.
La Audiencia, incluyendo una
variedad de demografías, rasgos personales y preferencias.
4.
El Canal, incluyendo la palabra
impresa, la radio, la televisión, el internet o interacciones cara a cara.
Las teorías de proceso dual de la persuasión
(como el modelo de probabilidad de elaboración) mantienen que el proceso
persuasivo se media por dos rutas distintas. La persuasión puede ser llevada a
cabo por aspectos superficiales de la comunicación o la lógica interna del
mensaje. Si alguien es o no persuadido por una celebridad popular o argumentos
factuales es determinado principalmente por la capacidad y motivación de la
audiencia. Sin embargo, décadas de investigación han demostrado que las
actitudes profundas son remarcablemente resistentes a persuasión bajo
circunstancias normales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario